domingo, 13 de enero de 2008

BIG FISH (Tim Burton 2003)

Entrar en el universo de Tim Burton exige aceptar todas las licencias que el mundo de la fantasía impone. Eso no significa que la realidad mostrada sea menos veraz que la de una película de Bennett Miller o Francis Ford Coppola. Lo que sucede es que se acerca a la vida desde la imaginación, extrayendo toda la verdad que pueda encontrar y reflexiona bajo una aparente superficialidad.

El espectador de "Big fish" asiste a la reproducción de un cuento de dos horas en el que su director nos habla de la vida, no de una manera seria, cruda y distante, sino con todo el encanto de los cuenta-cuentos, con la misma motivación con la que Edward Bloom (Albert Finney) se la ha ido narrando a su hijo y a toda persona que mostraba un mínimo interés. Todos se emocionan y se aficionan a sus alucinantes historias. Tiene una mirada amable y positiva, su forma de ser desprende generosidad y buen humor. Deja claro que poseía una gran ambición en sus años de juventud, por eso abandonó su pueblo para crecer como el gran pez de su cuento favorito.

En esta singular comedia, Burton sabe unir momentos dramáticos con otros llenos de romanticismo y ternura, situaciones mágicas y surrealistas con otras entrañablemente humanas. Lo hace con un estilo nada convencional, con ingeniosas rupturas temporales, con una estética típica del cine de animación - con el cual está muy familiarizado; Pesadilla antes de Navidad y La Novia cadáver -
con unos personajes extravagantes pero entrañables, interpretados con frescura especialmente por Ewan McGregor (Edward Bloom joven) y con una música única de mano de Danny Elfman, quien ha compuesto todas las bandas sonoras de las obras del atípico director. Forman un dúo de gran prestigio y se avienen a la perfección.

Una fábula sobre la vida y la defensa del verdadero amor, sobre la amistad y el espíritu de servicio. Una odisea emocional en la relación padre/hijo y una defensa de la fidelidad matrimonial. Una manera inteligente y con dosis de humor para diseccionar una sociedad sin alegría, ni horizontes espirituales. Una bocanada de aire fresco sin pinceladas trágicas, ni fatalistas de tantas otras películas de la temporada.

Deja que tu imaginación se libere y descansa los ojos.


Trailer





30 - 12 - 2007